NOVIEMBRE 2020
Viernes 13 de noviembre: vuelos a 14,99€ y días restantes de vacaciones que tenemos que gastar antes de que se acabe el año, ¿por qué no preparar un viaje en una semana? ¡Allá vamos!
A pesar de que nosotros somos más de planear y organizar los viajes con tiempo, cuando surge una oportunidad así, ¡no la podemos rechazar!
Así es como empieza el que ha sido nuestro último viaje del año 2020. Y siendo sinceros, no esperábamos para nada un viaje de final de año tan emocionante: ¡nos vamos una semana a Lanzarote!
GUÍA LANZAROTE EN 7 DÍAS
Día 1 – Lunes 23/11/2020 : Madrid – Lanzarote
Día 2 – Martes 24/11/2020 : Lanzarote
Día 3 – Miércoles 25/11/2020 : Lanzarote
Día 4 – Jueves 26/11/2020 : Lanzarote
Día 5 – Viernes 27/11/2020 : Lanzarote
Día 6 – Sábado 28/11/2020 : La Graciosa
Día 7 – Domingo 29/11/2020 : Lanzarote – Madrid
Transportes, Alojamiento y Restaurantes
Día 1 – Lunes 23/11/2020 : Madrid – Lanzarote
Son las 05:00h de la mañana y encima es lunes, el primer pensamiento es apagar el despertador y seguir durmiendo, pero no, nos levantamos rápidamente, nos vestimos y cogemos las maletas que habíamos dejado preparadas porque… ¡NOS VAMOS DE VIAJE!
Habíamos reservado un transfer para que nos recogiese a las 05:30h, ya que el vuelo salía a las 07:00h. En esta ocasión la compañía con la que volábamos era Ryanair, así que llegamos a la terminal 1 con tiempo suficiente. Esperamos a la hora del embarque, que se realizó de manera puntual, y un poco antes de las 07:00h ya estábamos despegando.
Tras dos horas y media de vuelo, a las 08:30h llegamos a Lanzarote (si no os salen las cuentas, recordad que en Canarias hay una hora menos ☺), como el avión iba bastante vacío el desembarque fue muy rápido y antes de las 09:00h ya estábamos recogiendo el coche de alquiler que nos acompañaría durante esta semana, un Fiat 500 (¡a Tamara le encanta este coche!).
A pesar de que aún era pronto, ya pudimos disfrutar de la maravillosa temperatura que hay en Lanzarote, ¡qué envidia de clima! ☼
Habíamos reservado una preciosa casa típica canaria para disfrutar de la tranquilidad de estar como en casa: La Casa del Medianero. Este alojamiento está situado en el centro de la isla, lejos de cualquier zona turística desde el que se puede ir a cualquier punto de la isla gracias a su excelente ubicación.
Antes de hacer el check-in en el alojamiento decidimos ir primero a comprar algunas cosas de comida para tener para toda la estancia y así aprovechar el trayecto.
Una vez realizada la compra, hecho el check-in y cambiados de ropa no quisimos perder tiempo en disfrutar de este cielo completamente despejado y el calorcito que ya empezaba a hacer. Así que pusimos rumbo a nuestra primer parada: Los Charcones.
Habíamos visto algunas fotos de estas piscinas naturales que conforman uno de los rincones más secretos de la isla. El mar renueva las aguas de las piscinas, resultantes de las caprichosas formas orográficas por el paso de la lava. Un tesoro muy poco conocido y un verdadero paraíso de relajación.


Piscinas Naturales de Los Charcones (Lanzarote)
Seguramente que sea poco conocido se debe a su complicado acceso, ya que no cuenta con un camino o carretera pavimentada para llegar. Pero con un poco de paciencia y a muy poca velocidad se puede llegar con cualquier coche (mucho mejor si alquiláis un coche que sea un poco más alto).

Piscinas Naturales de Los Charcones (Lanzarote)
Lo que tenéis que hacer para llegar es ir dirección Faro de Punta Pechiguera y una vez lleguéis a la zona sur de la isla en Google Maps poned la ubicación de «hotel en ruinas«. Os llevará hasta una construcción abandonada donde podéis aparcar el coche y buscar vuestro charcón preferido explorando la zona. Hay que tener precaución con las olas, ya que en los días que el mar está agitado el agua puede arrastrarnos contra las rocas. Y, ¡mucho cuidado también con los erizos! Si os fijáis bien se ven perfectamente ya que el agua es absolutamente transparente.
Después de disfrutar de un agradable baño (¡aunque el agua estaba helada!) y aprovechando que hacía un maravilloso día, nos fuimos directamente a Punta del Papagayo, una zona desértica en el sur de la isla de Lanzarote. Es una extensión costera de un kilómetro y medio donde tenemos a nuestra disposición preciosas playas y varias calas más pequeñas donde seguro encontrarás un rincón para ti.
Para llegar a Punta del Papagayo hay que acceder por una pista de tierra (en este caso se encuentra en mejor estado y está bien señalizada) que sale desde las inmediaciones de Playa Blanca. El acceso está regulado y hay que pagar una tarifa de tres euros por vehículo que da derecho a circular libremente durante todo el día por el Parque Natural de los Ajaches.
Punta del Papagayo es conocida por su Playa El Papagayo, pero en realidad dentro del Parque Natural hay muchas más opciones de playas para elegir la que más te guste o para visitarlas todas. Nosotros estuvimos en Playa Mujeres, Playa de la Cera y Playa El Papagayo.

Dejamos para el final la Playa El Papagayo y decir que es sencillamente espectacular. Es la playa más famosa de la isla y no es para menos. En forma de media luna perfecta tenemos ante nuestros ojos una pequeña bahía de aguas tranquilas con un característico color verde esmeralda.


Playa El Papagayo (Lanzarote)
El sol empezaba a ponerse y empezaba a refrescar, no hay que olvidar que ¡estábamos a finales de noviembre! Así que como llevábamos en el coche unas sudaderas, nos abrigamos y subimos a un risco a observar el atardecer y despedir así nuestro primer día en la isla.

Después de este intenso, precioso e inolvidable inicio de viaje solo nos quedaba irnos a descansar y coger fuerzas para el día siguiente.
Día 2 – Martes 24/11/2020 : Lanzarote

Empezamos el día con un buen desayuno en la terraza de La Casa del Medianero con vistas a su preciosa piscina para coger fuerzas ya que nos esperaba un día muy completo.
La primera parada fue la Bodega La Geria donde pudimos aprender que a la viticultura en Lanzarote la llaman heroica y cuando visitas una de sus bodegas te das cuenta del porqué. Cada vid está literalmente enterrada en la ceniza volcánica varios metros hasta llegar a la tierra arcillosa y protegida individualmente por un muro semicircular de piedra volcánica orientado hacia los vientos dominantes de nor-noreste, recibiendo así la humedad necesaria para su producción. Muy recomendable hacer una visita en cualquiera de las bodegas para conocer la zona vinícola con denominación de origen de Lanzarote.
Una de las visitas más recomendables en la isla es la del Parque Nacional de Timanfaya. Esta espectacular zona volcánica tiene más de 50km2. El parque surgió de las erupciones volcánicas que tuvieron lugar entre 1730 y 1736, así como de las posteriores en 1824. Después se ha mantenido en calma, pero la escasa presencia humana ha hecho que se conserve perfectamente y se puedan ver una gran variedad de fenómenos geológicos. ¡A menos de 10 metros de profundidad su temperatura es aproximadamente de 600ºC!
El recorrido, llamado la Ruta de los Volcanes, se hace en guagua (bus), desde el Islote de Hilario, ya que no está permitido recorrer la zona a pie. Aparcas tu coche en la zona habilitada, y puedes visitar la zona y/o subirte en la guagua para hacer recorrido (salen cada varios minutos). Durante el recorrido se reproduce un audio que explica a la perfección cada uno de los momentos históricos ocurridos.

El paisaje es absolutamente maravilloso. Y justo ahí tiene sentido lo que todo el mundo cuenta de Lanzarote: que parece que estés en la luna u otro planeta.
Una vez de nuevo en el punto inicial, hay diferentes demostraciones realizadas por el personal del parque:
- El famoso espectáculo de los géiseres. Vierten un cubo de agua en unos agujeros de 10 metros de profundidad, y debido al calor del subsuelo provocado por el volcán, se produce este increíble efecto géiser, en el que el agua sale disparada en el aire vaporizándose.
- Un horno en el que cocinan en la piedra del volcán con el propio calor que sale del subsuelo.
- Una demostración de como en tan solo unos segundos un matojo de ramas secas se prende únicamente estando en contacto con una de las fisuras de las piedras debido a la alta temperatura que se alcanza.



Demostraciones Parque Nacional Timanfaya (Lanzarote)
Nosotros aprovechamos que era media mañana para probar esa comida cocinada con el calor del volcán en el restaurante el Diablo. Tiene unas vistas alucinantes del parque y dispone de una carta amplia a buen precio.
El acceso está regulado, nosotros elegimos la opción de entrada a 4 centros que incluye la visita a: Parque Nacional de Timanfaya, Jameos del Agua, Cueva de los Verdes y elegir uno entre: Mirador del Río o Jardín de Cactus. El precio fueron 29€/persona, se puede comprar en cualquiera de los centros y ¡hay que pagar en efectivo!
Aprovechamos durante el recorrido para sacarnos las típicas imágenes tanto en la carretera como con los carteles que anuncian la entrada al Parque Nacional de Timanfaya, un clásico en todo viaje a Lanzarote. Hay poca circulación de vehículos, así que con un poco de precaución se pueden sacar estas fotos sin problema, eso sí, tened en cuenta la altura de la cuneta cuando vayáis a bajar el coche porque ¡a nosotros nos tocó empujar el coche para poder sacarlo de la cuneta!


Parque Nacional Timanfaya (Lanzarote)
Continuamos nuestro recorrido dirigiéndonos al mirador de las Salinas del Janubio. Una visita rápida y gratuita donde vimos esas bonitas Salinas rosadas. Muy recomendable acercarse a cualquiera de los miradores para ver las Salinas desde lo alto y sobre todo al atardecer que es cuando el colorido es máximo por los cielos rojizos de casi todas las tardes.

Muy cerca se encuentra otra visita de las que no te puedes perder: Los Hervideros. La zona es espectacular, a nosotros nos dejó sin palabras. A pesar de que el mar se encontraba en calma y no pudimos apreciar como las olas «hierven» contra las formaciones rocosas, formando columnas de basalto. ¡Además esta visita también es gratuita!
Y siguiendo la ruta por la costa oeste de la isla se encuentra uno de los lugares más reconocibles y famosos de la isla, el Charco de los Clicos o Charco Verde como comúnmente se le conoce a este fenómeno de la naturaleza. Se trata de una pequeña laguna formada por agua de mar filtrada y que adquiere tonalidades verdes que contrastan espectacularmente en la playa de arena negra donde se encuentra. Una visita muy recomendable y ¡también es gratis!
Lo malo que tienen los viajes en los meses de invierno es que los días son mucho más cortos, y así nos pasaba que en seguida empezaba anochecer y a refrescar. Así que fuimos a cambiarnos de ropa para abrigarnos un poco más y hacer las últimas visitas del día.
Fuimos hasta Teguise, incluido como uno de los Pueblos más Bonitos de España, que fue la capital de Lanzarote hasta que Arrecife cogió el relevo. “La Villa“, como la llaman los lanzaroteños, tiene un precioso casco histórico, formado por un sencillo entramado de calles de adoquines y casitas blancas, que se mezclan con cafeterías con encanto, terrazas, tiendas y restaurantes. Aunque lo cierto es que notamos cierta nostalgia y un pueblo con poca vida, fuertemente debido a la situación sanitaria que estamos viviendo.
Queríamos aprovechar para cenar algo y como vimos que en Teguise la mayoría de los restaurantes estaban cerrados fuimos hasta Arrecife, por la zona del Charco de San Ginés hay numerosas terrazas donde pudimos disfrutar de una cena típica canaria.





Arrecife (Lanzarote)
Día 3 – Miércoles 25/11/2020 : Lanzarote

Empezamos el día temprano para cargar fuerzas con un buen desayuno porque ¡hoy tenemos un día muy completo!
En el poco tiempo que tuvimos para preparar el viaje leímos que era posible hacer una ruta guiada a pie dentro del Parque Nacional de Timanfaya. Es uno de los grandes secretos que la isla de Lanzarote guarda en su interior.
El acceso al Parque Nacional de Timanfaya es de los más protegidos y está bastante limitado. Pero es posible hacer senderismo entre volcanes y lava, disfrutando a pie de su belleza. Eso sí, ¡hay que pedir permiso!
Más allá de la Ruta de los volcanes, donde el recorrido se hace a bordo de un bus (del que los visitantes no pueden bajarse), la única opción para entrar en contacto directo con el parque es reservando plaza en esta web para alguna de las dos rutas guiadas oficiales gratuitas que actualmente se ofrecen: la Ruta Tremesana desde Yaiza y la Ruta del Litoral desde el Golfo.
Las plazas son bastante limitadas y hay que reservar con mucha antelación para conseguir un hueco. Nosotros cuando fuimos a reservar únicamente quedaba una plaza en un único día, así que lo que hicimos fue reservar esa plaza y acudir los dos al punto de encuentro para ver si teníamos suerte y alguna reserva no se presentaba. Y así fue, el cupo máximo era de 6 personas y únicamente nos presentamos 3 reservas, por lo que en el momento tomaron los datos y pudimos realizar la ruta.
Hay que tener en cuenta que la reserva se debe hacer específicamente en inglés o en español, siendo obligatorio hablar perfectamente el idioma seleccionado. En caso contrario, los guías del parque no te dejarán hacer la visita.
Nosotros elegimos la ruta Tremesana desde Yaiza, de las rutas a pie por Timanfaya, ésta es la más popular, porque es la más fácil y corta. Son unos 3 km en sentido lineal, con un nivel de dificultad mínimo, que en tiempo son unas 3 horas aproximadamente.
El acceso al punto de inicio de la ruta hay que realizarlo en la furgoneta del parque nacional, así que hay que acudir el punto de encuentro (Plaza de los Remedios en Yaiza) a la hora indicada, aparcar tu coche y esperar a tu guía para identificarte y que te lleve en la furgoneta.





Ruta Tremesana desde Yaiza (Parque Nacional de Timanfaya)
En esta ruta, que se llama así porque discurre alrededor del volcán Tremesana, te adentras en un paisaje de lava, donde el negro lo domina todo. Cuesta creer que estas erupciones volcánicas de Timanfaya, entre 1730 y 1736, sepultaran pueblos enteros y crearan este paisaje que parece sacado de otro planeta.


Ruta Tremesana desde Yaiza (Parque Nacional de Timanfaya)
Durante el recorrido, podrás ver la Montaña Encantada y además divisar uno de los jameos más impresionantes de la Isla. Un enorme hueco entre la lava, que deja al descubierto el tubo volcánico.
Pero si hay algo verdaderamente fascinante de la ruta es la explicación de cómo los lanzaroteños aprendieron a cultivar el volcán. Dicen que la necesidad agudiza el ingenio y ellos aprendieron a aprovechar bien sus recursos. Así que durante este pateo por las entrañas de Timanfaya también disfrutarás de algunos de los cultivos tradicionales y te llevarás interesantes nociones sobre flora y fauna autóctona.

No te voy a desvelar mucho más, porque es una ruta guiada, y es preferible que la descubras y te sorprendas en vivo y en directo.



Ruta Tremesana desde Yaiza (Parque Nacional de Timanfaya)
Sobre las 12:30h estábamos de vuelta en nuestro coche, absolutamente fascinados con la ruta guiada que acabábamos de hacer. Como hacía un día fantástico y la ruta había sido sencilla, decidimos comprarnos unos bocadillos y poner rumbo a la siguiente ruta que queríamos hacer: La Ruta del volcán Caldera Blanca.



Ruta del volcán Caldera Blanca
Justo al límite de la zona restringida del Parque Nacional de Timanfaya se encuentra el sendero de Caldera Blanca, un lugar singular que nos lleva a disfrutar del cráter más impresionante que jamás hayamos visto.
Para llegar hasta el inicio de esta ruta, si vienes desde el norte o centro de la isla, debes localizar en el mapa el pueblo de Tinajo y desde ahí tomar el desvío hacia Mancha Blanca. Saliendo del pueblo Mancha Blanca en dirección al Parque Nacional de Timanfaya verás el desvío hacia el volcán Caldera Blanca.
Si, por el contrario, vienes desde el sur de la isla lo más fácil es cruzar la carretera que te conduce a la entrada del Parque Nacional de Timanfaya y seguir en dirección al pueblo de Mancha Blanca. Antes de llegar al pueblo verás a mano izquierda el inicio de una carretera más estrecha que te conduce al inicio del sendero.
Justo en ese punto hay habilitada una zona de aparcamiento donde se puede dejar el coche. Si no hay sitio para aparcar, tienes que ir a Mancha Blanca para dejar tu coche e iniciar la ruta en el pueblo, haciendo este primer tramo andando.
El sendero de Caldera Blanca nos lleva hasta lo alto de un volcán monogénico (producto de una sola erupción volcánica) cuyo cráter mide 1.200 metros de diámetro. Una vez alcanzas la cima, simplemente, te quedas sin palabras, de verdad que impresiona muchísimo.
Hay que calcular el tiempo que tardaremos en realizar la ruta, ya que el recorrido total son unos 11 kilómetros de distancia (ida y vuelta). Pero hay que sumarle que alcanzar el cráter de Caldera Blanca (458 metros de altitud) lleva casi 1 hora de subida, desde lo alto puedes bordear todo el cráter, aunque nosotros hicimos la subida y la bajada por el mismo lado en parte debido al fuerte viento que hacía ese día. La mejor panorámica del propio cráter y alrededores se obtiene desde el punto más alto del mismo. Con lo cual completar la ruta a nosotros nos llevó algo más de 3 horas.
Hicimos la primera parada en el cráter de Caldereta, después de unos 25 minutos de recorrido. Por un lateral hay un acceso para adentrarnos un poco porque este lado de la pared del volcán es más bajo. Su altura máxima es de 324 metros y su cráter tiene algo más de 300 metros de diámetro. No es totalmente redondo, sino más bien elíptico y de ahí viene su nombre: Caldereta, porque recuerda a un gran recipiente o caldero.
Continuamos por el sendero y llegamos al punto en el que comenzamos la subida por la ladera del volcán Caldera Blanca. En el ascenso no podemos evitar parar en varias ocasiones para disfrutar del paisaje que nos rodea. En el mar, a lo lejos, somos capaces de distinguir la isla de La Graciosa.
Y tras unos 15 minutos de ascenso llegamos a lo alto de Caldera Blanca. Lentamente caminamos los últimos metros y de repente una enorme y profunda boca se abre ante nosotros. Literalmente nos quedamos sin palabras al ver un cráter circular perfecto, de esos que salen en los libros.

La vista es buena pero intuimos que si bordeamos parte del cráter las vistas deben ser aún más espectaculares. Así que nos podemos en marcha y caminamos. Este tramo nos lleva unos 40 minutos hasta llegar al punto geodésico que corona el volcán.


Ascenso volcán Caldera Blanca
Ahora sí es hora de disfrutar de una maravillosa panorámica. Frente a nosotros Caldera Blanca, a la izquierda Risco Quebrado y por detrás el Parque Nacional de Timanfaya. ¿No es una maravilla?






Volcán Caldera Blanca
Disfrutamos mucho de este momento y nos lo tomamos con mucha calma a pesar de que en esta zona aumenta un poco el aire y hace algo de fresco. Aprovechamos para tomar numerosas fotografías además de para comer algo antes de comenzar a deshacer el camino andado. Hemos de regresar al inicio del sendero de Caldera Blanca que desciende el volcán y tomar el camino de retorno al coche. Sin duda, ha sido una aventura maravillosa y lo recordaremos como uno de los mejores días de este viaje a Lanzarote.
Día 4 – Jueves 26/11/2020 : Lanzarote

El día amaneció muy nublado, con mucho viento y con pronóstico de lluvia. Así que tuvimos que ir improvisando los planes del día según se iban dando.
Como el día 2 cuando estuvimos en Los Hervideros nos quedamos con ganas de ver la zona con fuerte oleaje y viento, aprovechamos para volver y hacer la primera parada de la mañana.
Esta vez sí que pudimos ver como las olas chocan fuertemente contra las rocas y como «hierve» el agua, de ahí su nombre. En las zonas de cuevas se podía escuchar el gran estruendo que hace el agua al entrar con fuerza. Si tenéis la opción de visitar la zona un día con fuerte oleaje y viento, sin duda os recomendamos la visita, aunque tengáis que hacer como nosotros y hagáis la visita doble, merecerá mucho la pena, ya que las distancias en la isla son cortas y no implica un gran desplazamiento.



Los Hervideros (Lanzarote)
El día seguía que a ratos llovía y a ratos no, por lo que decidimos ir hasta Arrecife de nuevo para ver la capital de la isla de día, y hacer una visita al centro de la ciudad incluyendo algunos de los puntos de interés.

Arrecife (Lanzarote)
Empezamos el recorrido visitando el Charco de San Ginés, un charco de agua marina que se introduce en la ciudad conformando una extraordinaria y bella laguna natural rodeada de casitas de pescadores de color blanco.
Seguimos hasta el Castillo de San Gabriel, conocido como Islote del Castillo o “del Quemado”. Destaca por su Puente de las Bolas, que lo une a tierra firme. Desde 1972 su interior es un Museo Arqueológico donde podemos observar restos de la época aborigen. La entrada tiene un precio de 3€/persona, pero el día que nosotros hicimos la visita no funcionaba la máquina y la entrada fue gratuita. La visita al museo no es gran cosa, pero las vistas desde la parte superior hacia la capital son realmente buenas.


Castillo de San Gabriel (Lanzarote)
Después de estas visitas y un breve recorrido por la zona peatonal, cogimos de nuevo el coche para ir a comer a un restaurante del que habíamos leído muy buenas opiniones y no nos lo queríamos perder. Pero antes de salir de Arrecife nos acercamos a ver el barco Telamon, impresiona ver un barco varado tan cerca de la orilla.

Barco Telamon (Lanzarote)
Ahora sí, pusimos rumbo a Arrieta, para comer en La Casa de la Playa, restaurante pegado a la playa con unas maravillosas vistas al mar. Comimos pescado fresco del día (bocinegro a la brasa y pulpo a la brasa), las famosas lapas y un postre casero con una calidad y a un precio increíbles.




La Casa de la Playa (Arrieta)
Como seguía lloviendo a ratos, decidimos ir a realizar otra de las visitas que nos incluía la entrada a los cuatro centro que habíamos comprado el segundo día. Fuimos a visitar La Cueva de los Verdes, ya que se encuentra bajo tierra y así la amenaza de lluvia no era un impedimento.

Cueva de los Verdes (Lanzarote)
De todos los CACT (Centros de Arte, Cultura y Turismo) de la isla, éste es nuestro favorito. Se trata de un impresionante tubo volcánico que se formó a partir de la erupción del volcán de La Corona y era utilizado por los locales como escondite de los piratas.
El recorrido por la Cueva de los Verdes se hace con guía a lo largo de 2 niveles de galerías, que va explicando todas las características geológicas e históricas del sitio, en una visita de unos 50 minutos, que se convierte en una auténtica experiencia geológica.

Cueva de los Verdes (Lanzarote)
Durante el recorrido se hacen un par de paradas en los lugares más amplios del tubo volcánico, el lugar intimida sobre todo al imaginar ríos de lava circular por la gran cueva.
La cueva posee colores asociados a diferentes minerales y sedimentos, rojos, blancos, amarillos pero en ningún lugar se ve el verde. Sin embargo, la cueva se llama Cueva de los Verdes pues Verde era el apellido de los pastores (Siglo XVII) propietarios de los terrenos donde se localiza la gruta.


Cueva de los Verdes (Lanzarote)
Por cierto, la Cueva de los Verdes guarda un gran secreto en su interior pero no seremos nosotros quienes lo desvelemos.
Empezaba a caer la tarde pero como aún era pronto aprovechamos a realizar un par de visitas más que nos pillaban por la zona. En primer lugar fuimos a visitar las piscinas naturales de Punta Mujeres, son unas pozas espectaculares que se llenan de agua debido al oleaje que sobrepasa los bordes de las rocas. El acceso a las pozas está habilitado con escaleras para poder acceder de manera segura. Nos quedamos con ganas de darnos un baño, pero el día no acompañaba. Lo bueno es que ¡ya tenemos una excusa para volver!


Piscinas naturales de Punta Mujeres
Y finalmente, la última parada del día fue el pueblo de Haría, conocido como el pueblo de las diez mil palmeras. Se trata de unas de las localidades con unos paisajes naturales más bellos de la isla. Cuenta con un palmeral que le confiere un atractivo singular. Nosotros hicimos una visita rápida porque empezaba a hacerse de noche, pero creemos que tiene que ser un buen punto para alojarse en la visita a la isla.



Haría (Lanzarote)
Día 5 – Viernes 27/11/2020 : Lanzarote

Carretera LZ-67 (Lanzarote)
¡El sol y el calorcito han vuelto! Así que no hay tiempo que perder, desayunamos, nos preparamos y allá que vamos a seguir explorando la isla.
Nuestra primera parada fue de nuevo la carretera LZ-67 para hacernos alguna foto típica más con el Parque Nacional de Timanfaya de fondo como en el día 2. Sin duda las carreteras de Lanzarote son muy fotografiables, por lo que seguro que tendrás la necesidad de dejar tu coche a un lado y bajarte a hacerte mil fotos como nosotros.
Continuamos nuestra ruta para ir al Jardín de Cactus, la última obra que creó Cesar Manrique en su amada isla. Se puede aparcar junto a la entrada al jardín y usamos la entrada que cogimos para 4 CACT. El contraste del negro del suelo con el verde de los cactus es precioso. Este espectacular jardín alberga 450 especies, muchas de ellas muy peculiares que estuvimos observándolas con mucho detalle.




Jardín de Cactus (Lanzarote)
Dentro del jardín hay un restaurante y también en la parte más alta uno de los últimos molinos de millo de la isla, del que se puede visitar el interior, es un poco estrecho, sobre todo la parte de arriba en donde se encuentra el mecanismo.




Jardín de Cactus (Lanzarote)
Para nosotros es una visita que merece mucho la pena, no lleva mucho tiempo y esa diversidad de colores sumado al delicado cuidado con el que se conserva hacen que la visita sea muy agradable.
Continuamos nuestra ruta y la siguiente parada fue otro de los centros incluidos en nuestra entrada: Jameos del Agua. Una pequeña y estrecha escalera nos conduce al interior de este enorme tubo volcánico al que se le desprendió parte de su techo (jameo). Su formación se produjo debido a la erupción volcánica del volcán de La Corona donde una gran fuente de lava estuvo emanando desde el volcán hacia el mar. Una vez la lava dejó de fluir se originó un enorme tubo volcánico de algo más de 6 kilómetros de longitud. ¡Una auténtica maravilla!


Jameos del Agua (Lanzarote)
Si tienes la oportunidad de ver alguno de los espectáculos que allí organiza el Cabildo, no dejes perder la oportunidad de asistir. ¡La acústica es brutal y el entorno es de ensueño!


Jameos del Agua (Lanzarote)
Hoy el día iba de realizar todas las visitas del CACT, y aunque ya habíamos usados las entradas a los 4 centros que habíamos elegido, quisimos ir hasta el Mirador del Río. Un mirador, una vez más, completamente integrado en el paisaje de Lanzarote, situado al norte de la isla, desde donde podemos disfrutar de las vistas más bellas e impresionantes de la isla de La Graciosa.
Pero antes de llegar al Mirador del Río hicimos una parada en Caletón Blanco. Se encuentra a 1,6 km de Órzola, es una playa donde se forman piscinas naturales de aguas cristalinas color turquesa y arena blanca y fina. Es un precioso rincón, salpicado de lava volcánica, que enamora a todo el que la visita. Además en días de mucho viento, como fue en nuestro caso, dispone de corralitos hechos a base piedras volcánicas, donde podrás meterte y resguardarte del viento. Nosotros aprovechamos para comer allí.


Caletón Blanco (Lanzarote)
Ya con las energías recargadas, llegamos al Mirador del Río. Como ya habíamos hecho uso de los 4 centros incluidos en nuestra entrada tuvimos que pagar una entrada individual para acceder. El precio son 5€/adulto para observar este centro diseñado por César Manrique, y maravillarte, de nuevo, por la perfecta simbiosis de arquitectura, arte y naturaleza.




Si no quieres pagar la entrada al centro existe la opción de obtener prácticamente las mismas vistas desde el muro que se extiende a la izquierda del Mirador Del Río. Nosotros hicimos el recorrido en coche y las vistas también son increíbles.

Mirador «gratuito» (Lanzarote)
Habíamos leído que cerca de nuestra ubicación había otro mirador del que se obtienen buenas vistas a la parte sur de La Graciosa, es el Mirador de Guinate. En tan solo 10 minutos de recorrido en coche llegamos y estuvimos observando las vistas, eso sí, ¡con mucho viento!
Hoy la tarde iba de miradores, nuestra siguiente y última parada fue el Mirador Risco de Famara o el Bosquecillo, desde donde se obtienen una de las mejores vistas a la playa de Famara.
Famara es una de las mejores playas de Lanzarote para hacer surf y windsurf, ya que allí siempre hay un fuerte oleaje y viento. Sin duda, uno de los mejores puntos para ir a ver el atardecer.


Mirador Risco de Famara o el Bosquecillo (Lanzarote)
Para finalizar este día tan completo fuimos a cenar a Puerto del Carmen. Nos habían recomendado el restaurante La Carmencita del Puerto. Nos encontramos con una terraza muy acogedora donde cuidan hasta el último detalle. La atención exquisita y la comida espectacular. ¡No te olvides de visitarlo en tu próximo viaje a Lanzarote!




Restaurante La Carmencita del Puerto (Lanzarote)
Día 6 – Sábado 28/11/2020 : La Graciosa

La Graciosa (Islas Canarias)
¡Nos vamos a La Graciosa! Una isla sin asfalto y casi sin coches a la que se puede llegar desde el norte de Lanzarote (Órzola) en ferry. Los trayectos se realizan en barcos amplios solo para pasajeros. El recorrido es de aproximadamente media hora y son ofrecidos a diario en diversos horarios por dos compañías.
Nosotros cogimos los billetes con anterioridad en el Puerto del Carmen con la compañía Biosfera Express, con el horario tanto de ida como de vuelta abierto. El precio fueron 20€/adulto ida y vuelta.


Ferry Biosfera Express
Un viaje a Lanzarote no está completo si no incluyes en la ruta algún día para visitar la isla de La Graciosa. Una isla pequeña, manejable, tranquila y con unos atractivos naturales fuera de toda duda. Hablamos de la más pequeña de las Islas Canarias con solo 29 km² y poco más de 700 habitantes que se reúnen en el principal pueblo de la isla, La Caleta de Sebo.
Para recorrer la isla tienes tres opciones: en bicicleta, andando o mediante un tour privado en coche con conductor. Nosotros elegimos la opción de bicicleta y por 8€/día puedes alquilar una en diferentes establecimientos y recorrer La Graciosa por libre.

Recorriendo en bicicleta La Graciosa (Islas Canarias)
La isla tiene dos rutas principales y ambas son de dificultad baja. Una de ellas discurre por la zona norte de la isla (15,4 km en total) acercándote primero hacia la playa de La Concha y, posteriormente, rumbo al pueblo de Pedro Barba para continuar costeando hacia Caleta de Cebo (o viceversa) mientras que la ruta del sur (14,2 km en total) te acerca a Montaña del Mojón y Montaña Amarilla. En el establecimiento de las bicis nos recomendaron no realizar la ruta del sur ya que hay tramos en los que hay tantísima arena que hay que bajarse de la bici y empujarla.

La Graciosa (Islas Canarias)
Pero nosotros teníamos muchas ganas de visitar las playas del sur de La Graciosa porque dicen ser las mejores, así que nos armamos de valor y pusimos rumbo a la Playa La Francesa con arena blanca y espectaculares aguas turquesas transparentes con poco oleaje.



Playa La Francesa (La Graciosa)
Dejamos las bicis atadas en un aparcabicicletas que hay en la entrada a la playa y cogimos un pequeño sendero al final de la Playa La Francesa. En menos de 10 minutos de ascenso nos asomamos a vista de pájaro a la preciosa Playa La Cocina.

Playa La Cocina (La Graciosa)
Esta playa, aunque más bien es una cala, está a los pies de uno de los iconos volcánicos de La Graciosa, Montaña Amarilla, un viejo volcán de un tono amarillo intenso que contrasta con los colores azulados y verdosos del mar. Es una pequeña cala absolutamente virgen de unos 100 metros, muy tranquila, de aguas transparentes y escasa profundidad en la que se puede disfrutar de un cómodo baño, ya que está resguardada de las fuertes corrientes gracias a la Montaña Amarilla.




Playa La Cocina (La Graciosa)
Y así pasamos gran parte de la mañana, disfrutando del sol y calor de finales de noviembre en un pasaje que guardamos para siempre en nuestra retina.



Playa La Cocina (La Graciosa)
Teníamos que ponernos a pedalear si queríamos ver la parte norte de la isla, así que recorrimos nuestros pasos para coger nuestras bicicletas y ponernos rumbo al norte. Al contrario que al bajar a la zona sur no habíamos tenido ninguna dificultad, en el ascenso sí tuvimos que bajarnos un par de veces de las bicis ya que la cantidad de arena nos impedía avanzar.



Recorriendo en bicicleta La Graciosa (Islas Canarias)
Una vez de nuevo en Caleta del Sebo cogimos la ruta que lleva al norte de la isla, para conocer la famosa Playa de las Conchas y Los Arcos. Los caminos están señalizados con carteles así que no tiene pérdida.




Recorriendo en bicicleta La Graciosa (Islas Canarias)
Después de unos 6 km llegamos a la Playa de las Conchas. No hay palabras para describir la belleza de este paraje. Es simplemente espectacular. Son 600 metros de arena dorada bañada por agua de un color increíble. Es la típica imagen de una playa paradisíaca, por eso dicen que es la playa más bonita de La Graciosa y de las más bonitas de las Islas Canarias. La única pega es que se caracteriza por sufrir fuertes corrientes de manera habitual, por lo que no se recomienda el baño por ser difícil y muy peligroso.

Playa de las Conchas (La Graciosa)
Aprovechamos para comer nuestros bocadillos maravillados con esas impresionantes vistas y así descansar un rato de pedalear, que a pesar de ser una ruta que no se requiere de una exigente condición física, la isla no es todo lo llana que nos imaginábamos y en los tramos de cuestas las piernas pesan.
Nuestra siguiente parada era una curiosa formación rocosa no muy lejos de aquí, Los Arcos. Tuvimos que preguntar a un conductor de la isla porque no teníamos claro cómo llegar. Hay que coger el camino que lleva a Playa Lambra. Justo a la entrada hay un aparcamiento de bicis y debemos seguir un sendero que sale a mano izquierda. En menos de 5 minutos se llega a Los Arcos, que son un conjunto de rocas basálticas modeladas por la acción del mar y el viento para crear estas formas naturales. Las olas rompen con furia en este punto.


Los Arcos (La Graciosa)
Viendo la hora que era y el recorrido que nos quedaba por hacer de la ruta norte, pensamos que no nos daría tiempo de estar a las 17:30h en Caleta del Sebo para coger el último ferry de vuelta la Lanzarote. Por lo que en lugar de realizar la ruta completa que nos llevaría a conocer playa de Lambra y la pequeña población de Pedro Barba, volvimos por el mismo sendero por el que habíamos llegado que era un tramo más recto y sencillo.
Finalmente llegamos con tiempo más que suficiente a Caleta de Sebo para coger el ferry a las 17:30h, así que aprovechamos para recargar pilas en la pastelería Quela. Sin duda, el mejor y más dulce final para este maravilloso día.


Caleta del Sebo (La Graciosa)
Poco después de las 18:00h estábamos de vuelta a nuestro coche en Órzola (Lanzarote) y nos fuimos directos al apartamento, para darnos una reponedora ducha, pedimos unas pizzas y cenamos tranquilamente en nuestro pequeño oasis en mitad de la isla.
Día 7 – Domingo 29/11/2020 : Lanzarote – Madrid
El día de hoy no iba a dar para mucho, ya que teníamos el vuelo de vuelta a Madrid por la mañana. Así que con mucha tristeza recogimos todas nuestras pertenencias del apartamento, hicimos el check out dando las gracias a La Casa del Medianero por nuestra maravillosa estancia y nos pusimos rumbo al aeropuerto.
Devolvimos el coche y esperamos pacientemente a la salida de nuestro vuelo.
A media tarde ya estábamos de vuelta en casa, pensando seriamente que nos habríamos quedado una temporada a vivir en Lanzarote. ¡Una semana se nos había hecho muy breve!
Transportes, Alojamiento y Restaurantes
La Casa del Medianero: Alojamiento ubicado en el centro de la isla, concretamente en Mácher. La casa fantástica (con una preciosa historia detrás). La recepción de 10 con su anfitriona Sarah, encantadora, que nos facilitó todo lo necesario para que no nos faltase de nada en nuestra estancia. Nos recibió con un pequeño desayuno en el apartamento y unos snacks de cortesía. El apartamento encantador, decorado con un gusto exquisito y con todo tipo de comodidades. Las zonas comunes preciosas y la zona de cortesía para tomar un café, té, hacer una barbacoa o la colada. La zona de las mejores para poder explorar la isla. Sin duda, no puedo más que recomendarla y ¡¡repetiremos en cuanto surja la oportunidad!!
El precio total fueron 330€ por 6 noches.

La Casa del Medianero (Mácher)
CICAR: La mejor empresa de alquiler de vehículos en las Islas Canarias. La recogida, el servicio y la entrega se realizaron sin ningún problema. Además el seguro a todo riesgo está incluido, así como el kilometraje ilimitado, un segundo conductor adicional y todos los impuestos.
El precio fue de 70€ por 7 días.

Alquiler coche CICAR (Lanzarote)
La Casa de la Playa: Si queréis comer pescado fresco del día en primera línea de playa, lejos de paseos marítimos muy frecuentados, sin duda, este restaurante es vuestro sitio. Además dispone de aparcamiento y la calidad/precio es inmejorable. ¡No se puede pedir más! Bueno sí, que estuviese un poco más cerca para poder ir más a menudo.
El precio de la comida fue de 42€ incluyendo un entrante, un plato principal por persona, postre para compartir y bebida.
La Carmencita del Puerto: Ideal para una cena de tapas y probar varias cosas de su exquisita carta. Destacamos la tosta de «pollo coronación de la Reina Elisabeth» y la empanadilla de queso ahumado.
El precio de la cena fue de menos de 30€ (3 platos, postre y bebidas).
Biosfera Express: Es una de las dos compañías que realiza el trayecto entre Lanzarote y La Graciosa. Únicamente hacen el traslado de viajeros, por lo que los barcos son pequeñitos y se puede ir en la cubierta. Elegimos esta compañía ya que comprando los billetes con antelación en su oficina de Puerto del Carmen realizaban un descuento de 6€/persona. No fue necesario elegir el horario ni de ida ni de vuelta. Por lo que se puede coger el primer ferry que salga a la llegada al puerto.
El precio fue de 20€/adulto (ida y vuelta).
Pues esta isla sí que la conocemos. Además hemos estado varias veces. Pero, curiosamente, contado como tú lo cuentas Tamara, es como si no la hubiéramos conocido realmente. O por lo menos, no del todo… jeje. Superpráctico y ameno todo lo que cuentas. Es muy interesante la sensación que produce ver que alguno de los sitios que nos han gustado un montón guardan rincones que parecen nuevos. Creo que es porque no os dejáis nada sin recorrer. Aprovecháis el tiempo al máximo y encima os sobra para extras (tiempo en restaurantes, repetir sitios que os han gustado…). Maravillosos paisajes (y con vosotros dentro, más). Muy realista la foto en la que os bajás de la bici en La Graciosa… jeje… imposible montar en algunos sitios con mucha arena… a nosotros también nos pasó. Iremos el año que viene (ahora acabamos de regresar de Fuerteventura) y reservaremos en vuestro alojamiento (inmejorable relación calidad/precio!!!)
Me gustaMe gusta
¡Qué recuerdos! ¡Y qué ganas de volver! Tenéis razón: dan ganas de irse a vivir allí, por muy pequeña que sea la isla para un madrileño. Desde luego, con este bichito que está fastidiando en todas partes ahora, me quedo con Lanzarote sin lugar a dudas.
Todos los sitios que comentáis son maravillosos. No pude ver La Graciosa cuando estuve y me gustaría verla la próxima vez. Qué pena que no pudierais comer en Teguise (no confundir con Costa Teguise). Hay buenos restaurantes aquí donde cocinan pescado del día. Yo me tomé una dorada a la espalda…No quedaron ni los ajos.
También muy recomendable ver la casa de César Manrique (precisamente una casa como esa es la que busco yo; ¿conoce alguien una así pero a un módico precio?).
Lo dicho: hay que volver. ¿Quién se apunta?
Me gustaMe gusta